Probando las nuevas lentes Mimetika de Indo: Mi opinión

👓 ¿innovación o incomodidad?
En el mundo de las ópticas, cada cierto tiempo aparece una novedad que promete cambiarlo todo. Esta vez le toca el turno a Mimetika, la nueva generación de lentes personalizadas de Indo. Con una campaña que habla de visión natural, adaptación total y comodidad sin precedentes. En la óptica (al tener mayor comisión) me las vendieron tan bien que no pude resistirme y ahora sé si realmente cumplen lo que prometen.
¿Qué tienen de especial las lentes Mimetika?
Indo asegura que Mimetika es el resultado de un estudio profundo sobre cómo vemos y cómo usamos nuestros ojos en el día a día. La idea es simple, pero ambiciosa: crear una lente que se adapte al movimiento natural de cada persona, ofreciendo una visión más fluida y menos forzada.
Para ello, te colocan unas gafas de realidad virtual donde tienes que focalizar en los objetos que aparecen. En mi caso, el mapa que sale de como mira el ojo me salió muy centrado. Me enseñaron otros mapas donde la gente se iba mucho del centro.
Según la marca INDO, estas lentes están diseñadas para:
- Mejorar la transición entre diferentes distancias (cerca, intermedia y lejos).
- Eliminar las zonas borrosas al mover los ojos.
- Permitir una postura más relajada, sin necesidad de mover la cabeza constantemente.
- Tener un diseño estético más limpio y moderno.
Hasta aquí, todo suena genial. Pero, como en todo, la experiencia real puede diferir de la teoría.
Mi experiencia: entre la nitidez y la frustración
Después de varios meses de uso, puedo decir que sí, las lentes Mimetika ofrecen una visión nítida y clara cuando miras de frente. La sensación inicial es bastante buena, pero no hay demasiada diferencia si vienes de lentes progresivas tradicionales. Hay que tener en cuenta en este punto que yo tenía en ese momento unas progresivas de hace años con los cristales ya con rayas y con unas dioptrías que no eran las correctas para mi momento actual. Con ello, quiero decir que es normal que notes una mejoría, te ponen las dioptrías que tocan y lentes nuevas, totalmente inmaculadas.
Sin embargo, pronto empecé a notar un detalle que, para mí, marca una gran diferencia: el campo de visión útil está extremadamente centrado. Es decir, si no estás mirando exactamente al frente, todo lo que queda en tu visión periférica se vuelve borroso.
Esto se vuelve especialmente molesto en situaciones tan simples como ir al supermercado o al centro comercial. Por ejemplo, al intentar leer los precios en las estanterías, me vi obligado a mover la cabeza constantemente para enfocar cada etiqueta individualmente. No puedes simplemente «echar un vistazo» de reojo a lo que hay a los lados; necesitas reposicionar toda tu mirada para ver con claridad.
Y claro, esto termina siendo agotador e incluso te puedes marear.
¿La recomendaría?
No. Si eres una persona que realiza tareas muy centradas visualmente, como leer o trabajar frente al ordenador, Mimetika puede ser una buena opción.En mi caso ni para eso. Trabajo con el ordenador y no tenía el foco casi nunca, tuve que volver a ir a la óptica para que ampliaran el área de acomodación y después de cambiar los cristales noté más alivio pero con los problemas que ya he contado. Si buscas una experiencia más natural, en la que puedas moverte libremente y captar detalles periféricos sin esfuerzo, estas lentes se quedan cortas.
En resumen: Mimetika es una lente técnicamente muy avanzada, pero con una visión excesivamente focalizada que puede resultar poco práctica en el día a día. Al final, como siempre, lo mejor es probarlas tú mismo y ver si se adaptan realmente a tu forma de ver el mundo. Ya te digo que no vale la pena el coste que tienen. El uso de las gafas de realidad virtual para saber donde miras puede parecer algo del futuro pero viendo el efecto, te obliga excesivamente a tener centrada la cabeza en el punto de mira, el resultado es algo del presente que da problemas de visión.
Si unas progresivas normales te valen 500 euros, el precio de las Mimetika oscila alrededor de los 2000 euros. Una gran pérdida económica que he sufrido. En otra ocasión buscaré unas normales.